Las emociones positivas producen una sensación agradable y satisfactoria en sí misma. Pero además producen efectos positivos en diversos aspectos de la vida. Aunque las emociones tienen una duración breve, los efectos de las emociones positivas pueden ser duraderos.
En Vázquez y Hervás (2009:38) se encuentra una síntesis de investigación donde se demuestra que las emociones positivas:
Amplían el campo visual y el foco de atención
Generan un pensamiento más flexible y creativo
Favorecen la búsqueda de información
Generan más repertorios de conducta
Permiten el cambio constructivo, no defensivo
Reducen la duda
El juicio hacia los demás y hacia uno mismo es más indulgente
Favorecen relaciones interpersonales e íntimas más satisfactorias
Se generan conductas altruistas
Favorecen la resistencia ante las adversidades
Favorecen reparar o contrarrestar estados de ánimo negativos
Permiten disfrutar más del trabajo
Permiten tolerar mejor el dolor físico
Mejoran el funcionamiento del sistema inmunitario
Probablemente mejoran la longevidad
Permiten percibir mejor las pequeñas recompensas diarias
Favorecen la atracción, la simpatía y el apego de los demás
Están asociadas a una mejor salud cardiovascular (menor tensión arterial, menor tasa cardiaca ambulatoria, etc.)
Datos más concretos de los efectos de las emociones positivas:
Efectos bioquímicos
Las emociones producen respuestas neurofisiológicas diversas, incluyendo la secreción de hormonas y neurotransmisores. Con las emociones positivas, el cerebro puede producir sustancias (dopamina, serotonina, etc.) que son las que producen la sensación de bienestar y además son saludables para el organismo. Hay experiencias que demuestran que esto se puedo conseguir mediante estímulos como disfrutar con otras personas, leer, escuchar música, recrearse en la belleza (arte, paisajes), etc. y sobre todo fluir en un trabajo significativo.
Efectos Sociales
Mejoran las relaciones interpersonales y sociales. Solamente mostrar una sonrisa ya produce una respuesta de aproximación. Se ha demostrado que experimentar afecto positivo aumenta la probabilidad de que una persona ayude a otras que lo necesiten. Las emociones positivas favorecen la cooperación con los demás. Las personas con estados de afecto negativo están menos dispuestas a ayudar a los demás. Hay una relación entre emociones positivas y apertura a la confianza.
Efectos cognitivos
Promueven estrategias cognitivas específicas; aumentan los recursos intelectuales; promueven pensamientos más creativos; facilitan la solución de problemas; la toma de decisiones; generan soluciones innovadoras ante situaciones problema; aumentan el rendimiento cognitivo; aumentan el uso de categorías inclusivas; aumentan el rendimiento cognitivo; aumentan el uso de categorías inclusivas; aumentan la persistencia ante las dificultades; incrementan la motivación intrínseca; impulsan a asumir mayores retos, etc.
Efectos en la salud
El afecto positivo está asociado a la buena salud. Hay evidencias de una relación entre afecto y supervivencia; es decir, las personas que experimentan emociones positivas con más frecuencia, tienden a vivir más.
Efectos en la regulación emocional
Las emociones positivas son un elemento clave para la regulación emocional, ya que enmarcan los significados de las evaluaciones del contexto, modulan la expresión emocional y las tendencias de acción.
De esta forma se explica que una experiencia altamente aversiva, como subir a una montaña rusa, se convierta en una experiencia positiva, en la medida en que se minimiza el miedo y se potencia el disfrute de la situación (Fernández-Abascal, 2009:39).
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